lunes, 30 de junio de 2008

¿Biblioteca tecnológica?

Una biblioteca que se inaugura tendría que ser una alegría para todos los ciudadanos y los profesioanles de este ramo, pero... las preguntas que nos hacemos son muchas y diversas: ¿una biblioteca tecnológica? y ¿qué es y qué contiene? y ¿sus fondos? y ¿dónde están? y ¿el personal que se va a encargar de atenderla? y ¿el presupuesto anual de mantenimiento?....y así hasta el infinito.
Una biblioteca que nace y que nadie sabe dónde están sus ¿libros? o ¿sus fondos en soporte digital?. Hasta ahora nadie ha detallado en qué consisten.
Desde aqui animamos a los responsables de este "genial invento" a que nos cuenten más cosas de esa entelequia llamada "Cubit".
Estupendo el edifico, estupendo las salas de exposición, estupendo el continente, pero ¿el contenido?. Porque habíamos quedado que hablábamos de una Biblioteca.
Cuando todas esas preguntas queden contestadas podremos alegrarnos y felicitar a los autores y responsables de este invento. Hasta entonces sólo tenemos dudas y la sensación de que se han gastado millones para ¿nada?
La prensa aragonesa hoy, día 30 de junio, comenta ampliamente el curioso caso

jueves, 12 de junio de 2008

Dos interesantes noticias sobre nuestro PATRIMONIO

Recogemos a continuación dos noticias que nos llenan de alegría y que queremos celebrar con vosotros: Vuelven a la Aljafería las piezas que estaban en el Arqueológico Nacional y otra igualmente notable: edición de las actas de Cortes del Rey Martín el Humano. Recuperamos nuestro PATRIMONIO artístico y documental. ANABAD se congratula de actuaciones como estas.


Un jardín de yeso y alabastro
La exposición "El Paraíso en la tierra" devuelve a la Aljafería las piezas guardadas en el Museo Arqueológico Nacional. Dos arcos de casi siete metros de altura, extraídos hace 141 años del palacio, son las piezas estelares de la muestra.

(Publicado en Heraldo de Aragón de 11 de junio de 2008)

MARIANO GARCÍA. Zaragoza
En los últimos años, la mayoría de las exposiciones de patrimonio histórico llegan acompañadas de la manida etiqueta de "recuperación del pasado", pero nunca hasta ahora ese eslogan se ha podido aplicar con mayor justicia. Cuando mañana los diputados aragoneses salgan del pleno y procedan a inaugurar la muestra "El Paraíso en la tierra", se podrá decir con toda propiedad que el palacio de la Aljafería por fin ha recuperado su pasado.

Las piezas centrales de la exposición son aquellas que hace ahora 141 años fueron extraídas de lo que entonces era un cuartel moribundo y de incierto futuro, para viajar a Madrid y exponerse al público en lugar de honor en el Museo Arqueológico Nacional. Nunca en ese tiempo se han movido de allí. Y es más: nadie pensaba que pudieran exhibirse en un futuro cercano en Zaragoza.

Dos de ellas son arcos mixtilíneos de 6,7 metros de alto por 5 de ancho y más de una tonelada de peso. Si ya de por sí es infrecuente mover piezas de estas características para una exposición temporal, su viaje a Zaragoza se convertía en algo poco menos que inverosímil teniendo en cuenta que se trata de piezas únicas, que están realizadas en un material tan delicado como el yeso y que se remontan nada menos que al siglo XI.

Un traslado de este tipo no se había realizado nunca en España para una exposición temporal -solo se ha hecho para rescatar piezas de la destrucción o la incertidumbre-, y en Europa las operaciones de estas características se cuentan con los dedos de una mano.

Las Cortes de Aragón, que con "El Paraíso en la tierra" festejan por todo lo alto sus 25 años de historia, han deseado prácticamente desde su instalación en la Aljafería celebrar una muestra con los bienes del palacio custodiados en el Arqueológico Nacional. Si ahora se ha conseguido, se debe a una especie de extraña conjunción astral: al cierre del museo madrileño por obras, a una hábil negociación -las conversaciones, que han durado meses, se han llevado directamente con el ministro de Cultura- y a la estela de rigor y profesionalidad que acompaña a la institución aragonesa en las iniciativas que emprende. Así se ha conseguido el traslado de los arcos, que no han venido a Zaragoza solos, puesto que les acompañan piezas de un menor tamaño pero no de menor importancia: en concreto, siete capiteles, uno de ellos cordobés, tallado en mármol, restos de inscripciones, yeserías, elementos decorativos…

En definitiva, todas las piezas que se guardaban en el Museo Arqueológico Nacional, incluida otra rareza: un rosetón mudéjar de la segunda mitad del siglo XIV, que se ha instalado donde estaba, en la antigua capilla de San Jorge del palacio medieval de los Reyes de Aragón.
Traslado con protección policial
Un equipo de 14 personas, en el que se incluyen un arquitecto, un ingeniero y varios restauradores, se ha ocupado del montaje de los arcos, que han sido trasladados desde Madrid en tráileres de 12 metros de longitud, tras guardar sus piezas en cajas diseñadas especialmente para el viaje, y custodiados con protección policial. Han sido limpiados, restaurados y montados con el mayor de los cuidados.

La exposición lleva por título "El Paraíso en la tierra: agua y jardines en el palacio taifa de la Aljafería", reúne piezas prestadas por el Arqueológico Nacional, el Museo de Zaragoza y el Ayuntamiento de la capital aragonesa, y tiene una particularidad más: se celebra durante la Expo, para añadir atractivo a la oferta cultural de la ciudad, pero va mucho más allá, porque no tiene fijada la fecha de la clausura.

El museo madrileño va a permanecer varios años cerrado para ser objeto de una profunda remodelación, que servirá además para renovar su discurso expositivo y revisar su colección. Durante ese tiempo, tres o cuatro años como mínimo, las piezas permanecerán en Aragón.
Convenio de depósito
La exposición ha sido comisariada por el historiador del arte Ricardo Centellas. El Museo de Zaragoza firmará con las Cortes un convenio de depósito por el que volverán al palacio las más de 300 piezas de la Aljafería que guarda en sus fondos.

Según aseguraba en febrero pasado a HERALDO su director, Miguel Beltrán, "un museo tiene que guardar únicamente aquellos fondos que no pueden estar en su emplazamiento original. La Aljafería es hoy un edificio modélico, en perfecto estado de conservación, y posee espacios museísticos bien acondicionados. No tiene mucho sentido que guardemos en el Museo de Zaragoza piezas que provienen del palacio. Y más si se tiene en cuenta que, por sí mismas, a nosotros no nos explican nada. Tenemos que recurrir a maquetas y fotografías del palacio para que el visitante se haga una idea de cómo quedarían en la Aljafería. Es mejor que estén allí. Los museos no somos aves de rapiña".

No todas las piezas del Museo de Zaragoza van a ser expuestas al público. La devolución comprende, entre otros objetos, una decena de capiteles, seis ménsulas y seis canetes, un friso decorativo de yeso y tres arcos. Se ha hecho una selección de las piezas más significativas y, en un dormitorio junto al Salón Dorado, que era el lugar más importante del palacio taifa, con varios de esos elementos se ha hecho una restitución que recrea el aspecto que originalmente tuvo el alero del edificio durante el siglo XI.

La aportación del Ayuntamiento de Zaragoza a la muestra es menor en número de piezas, aunque no está exenta de importantes novedades. Se exhiben al público, por ejemplo, dos fragmentos de una inscripción hallada en una tumba musulmana que se estudió durante las excavaciones del convento de San Agustín.

Otra pieza novedosa es un fragmento de porcelana china verde celadón, moldeada y esmaltada, perteneciente a la dinastía Song del Norte (960-1127), hallado durante las excavaciones en la Aljafería. Viene a demostrar que Zaragoza, aunque estaba lejos de la Ruta de la Seda, tenía el suficiente poderío económico como para que los comerciantes trajeran para vender a la taifa los más ricos bienes de Oriente.
Últimos toques
Un equipo de especialistas se afanaba esta semana en dar los últimos toques a la exposición, que estará abierta al público a partir del viernes. Para esta excepcional muestra se han recuperado, además, otras dependencias, y no solo el dormitorio anexo al Salón Dorado. Se abre de nuevo la Torre del Trovador y se renueva por completo la sala de arqueología, entre otras dependencias.

"El palacio de la Aljafería es único dentro del arte hispanomusulmán, al igual que lo es como palacio gótico de los Reyes Católicos -aseguran desde las Cortes-. Y eso es lo que ha pretendido subrayar esta exposición, que no está dedicada a los especialistas en arte sino a los ciudadanos del mundo. Con esta muestra, la Aljafería es más que nunca un jardín de yeso y alabastro".

martes, 3 de junio de 2008

Los bienes en litigio son patrimonio de los aragoneses

“Las obras de arte son nuestras, de la Franja de Ponent, y las queremos en nuestro museo, en el Museo Diocesano de Lérida”
Este texto se puede leer en catalán en la web de la Institucio Cultural de la Franja de Ponent, institución que declara, como reza también en su web: “La Institució integra l'esforç de les entitats i persones que vivim a la Franja i servem els Països Catalans.”
Creo que como declaración de intenciones no está nada mal; y lo curioso del caso es que esta institución tiene su sede en Calaceite, que, si no me equivoco, es Aragón.
Es decir dentro de Aragón hay colectivos que sostienen que los famosos bienes del Aragón Oriental son de los “Països Catalans”. Y es curioso ver el mapa que integra dichos “països”.
Una vez tras otra el Vaticano da la razón a Aragón, para ser más exactos a la diócesis de Barbastro-Monzón, y pide que sean devueltos los bienes en litigio a las parroquias propietarias. Una vez más nuestros vecinos catalanes buscan tretas y argumentos para dilatar la ejecución de la sentencia.
Para la gente de la calle, que no entiende de estas complicaciones jurídicas –y a la que lo que verdaderamente le preocupa es llegar a fin de mes y pagar la hipoteca- es cada vez más difícil hacerles entender que dar a cada uno lo que es suyo no es tan fácil y además que “lo nuestro es de ellos y lo de ellos también”. ¿Tanta dificultad entraña devolver unas piezas que en su momento se llevaron a Lérida para salvaguardarlas, pero que no pertenecen al que se las llevó, por mucho que se quiera esgrimir el Derecho Civil catalán?.
El Vaticano ha dado la razón a la Diócesis de Barbastro-Monzón; según esta sentencia- que recordemos es inapelable- las piezas son de estas parroquias. Hasta aquí todo claro. A partir de aquí planteemos el cumplimiento y ejecución de esta sentencia, porque de lo contrario nadie va a creer que esto sea verdad.
El Vaticano tiene firmado un Concordato con el Estado Español, en virtud del cual cualquier sentencia emitida por el primero es reconocida como válida por el segundo. Sigamos. El Vaticano no puede en territorio español ejecutar esa sentencia porque carece de medios para ello; pues bien, que el Vaticano pida al Gobierno Español que proceda, es decir que mande a quien tenga que mandar y que las piezas sean devueltas a la Diócesis de donde salieron. Item más, que el Gobierno Aragonés inste al Gobierno Español a que lleve a cabo la ejecución de la sentencia. Recordemos: en Salamanca, de noche y custodiadas por la policía, salieron las cajas llenas de documentos camino de Barcelona.
Nuestro Presidente ha declarado no hace mucho (Heraldo de Aragón 15 de mayo de 2008): ”Se puede decir que las piezas ya están en Aragón, aunque no han llegado todavía”. Muy optimista veo yo al Sr. Presidente.
Con planteamientos desde dentro de Aragón, repito, como el que encabeza este artículo hay que poner en duda la anterior afirmación. Pero la pregunta es todavía más dramática: ¿Alguien va a exigirle a alguien que ejecute la sentencia , o vamos a dilatar el problema y así a ver si se olvida y los bienes se quedan donde están?; porque al fin y al cabo ¿a quién le importan cuatro reliquias de hace un montón de siglos?.
Quizá sí importan a algunos: a los que siguen haciendo de su identidad un problema; a los que quieren rehacer la historia, a los que quieren reescribir lo que los documentos se obstinan en negar.
En nuestra asociación de Bibliotecarios, Archiveros, Documentalistas y Museólogos sabemos bastante de historias reescritas y aún inventadas.
Marga Torrejón
Presidenta de ANABAD-Aragón

domingo, 1 de junio de 2008

Taller sobre digitalización


El día 24 de mayo tuvo lugar el Taller de Experiencias: “Como sobrevivir a la digitalización… y contarlo”, que impartió Luis Torres Freixinet, Jefe del Servicio de Reproducción de Documentos del Ayuntamiento de Zaragoza. La primera parte del taller tuvo lugar en el salón de actos de la Fundación Casa de Ganaderos y para la sesión práctica nos trasladamos al Archivo Municipal en el Palacio de Montemuzo.
Agradecemos la colaboración de Luis Torres que desinteresadamente impartió el taller y también al Archivo Municipal y a la Fundación Casa de Ganaderos.